viernes, 14 de mayo de 2010

Quién

Hacía tiempo que no escribía, y ésta va a ser una entrada rápida.

Creo que es la primera vez que escribo en este blog y que no sé sobre qué escribir. Me gusta esto, que las ideas vayan surgiendo y se vayan plasmando en la pantalla, adivinando los movimientos de la raya vertical, que ocultan la misteriosa letra que escribiré a continuación, parpadeante, como siempre.

Podría hablar sobre algún tema, contar mi día, mis novedades, o escribir algún relato. ¿Sobre qué me decanto? Analizemos los últimos temas con los que he tenido contacto últimamente, que puedan llevar a discusiones y diversas opiniones... No, eso lo haré otro día.

Siempre, antes de comenzar a escribir, elijo la imagen que voy a poner en la entrada. Quizás podría centrarme en eso. Esta vez he elegido imagen por el simple hecho de que me gusta, sin intención de plantear ningún tema en concreto, que tenga relación o sentido con ésta. Así que por una vez va a ser al revés... Voy a empezar la casa por el tejado.

Realmente, ¿qué expresa la imagen? Se puede ver a una chica joven, con un vestido de color vivo, en un paraje que parece ser tranquilo y vacío. Un pájaro vuela cerca de ella. De fondo, otros pájaros siguen una dirección de forma común. El cielo es de un color que invita a la calma y la contemplación. Con esto me refiero que, aunque quitáramos los objetos principales de la fotografía, que son la chica joven y el pájaro, nos daríamos cuenta, sólo con la imagen de fondo, que la naturaleza tiene muchas cosas que pueden ser contempladas: los colores del cielo, las nubes que le acompañan, la linea que delimita el cielo con la tierra, como si fueran dos realidades independientes y a la vez conjuntas, la degradación de los colores de cada elemento...

La posición de la chica nos da a entender que se está moviendo. Se adivina por la forma del vestido y de su pelo. El pájaro revolotea cerca de ella, expresando también este movimiento, acompañándola.

Tengo un profesor que explica el motivo de que ahora casi todo el mundo tenga una cámara, o un móvil con cámara. Y es que es cierto que queremos capturar cada momento, plasmarlo y que no acabe nunca. Queremos detener el tiempo. Ya lo hacían los pintores en sus lienzos, y ahora nosotros lo hacemos con un objeto de forma instántanea. Queremos tener el dominio de todo, incluído del tiempo.

Invito a que cada persona que lea esta entrada piense en una palabra que describa la imagen, justíficandolo. Deberíamos empezar a darnos más cuenta de los pequeños detalles, de contemplar la realidad desde todos sus puntos, y no contentarnos con la primera vista. Pero esto conlleva esfuerzo, y de esfuerzo hay escasez hoy en día... Predomina la comodidad. ¿Quién se va a molestar si ya se molesta otro por él?